ÁCIDO MEFENÁMICO » Propiedades Y Usos De Esta Sustancia

Cuando sentimos una dolencia, lo primero que hacemos es recurrir a un medicamento para aliviarlo, en estos casos, el ácido mefenámico puede ser de gran ayuda.

El ácido mefenámico es una sustancia activa del grupo fenamato que actúa como un fármaco con propiedades antiinflamatorias no esteroideas.

Primero, veamos ¿qué se conoce como fenamatos?

Los fenamatos son aquellos medicamentos derivados del ácido antranílico, que poseen cualidades antiinflamatorias, analgésicas o antipiréticas, conocidos como AINE.

Ahora bien, un AINE es un antiinflamatorio no esteroideo usado para inhibir el dolor causado por una inflamación.

Aunque, el mecanismo de acción del ácido mefenámico no tan es conocido como el de otros AINE, se relaciona como supresor de la síntesis de prostaglandina, que es la que produce el dolor o inflamación en el cuerpo humano.

Este fenamato, llamado también ácido fenámico, es comercializado bajo las marcas de Coslan, Ponstan, Kalmadol o Dolomef.

Cómo actúa el ácido mefenámico.

Cómo actúa el ácido mefenámico

El mecanismo de acción del ácido mefenámico es impedir la síntesis de prostaglandinas mediante la inhibición de la enzima ciclooxigenasa.

Esta enzima es la que convierte al ácido araquidónico en prostaglandinas, como respuesta ante el daño de un tejido corporal.

Pero este proceso se inicia en los receptores, que sensibles al daño, conducen un mensaje al sistema nervioso central.

Así, cuando un tejido es lastimado, las células liberan sustancias que producen la dilatación de los vasos sanguíneos, y en consecuencia un mayor aporte de sangre hacia el área maltratada.

Además, el tejido afectado incrementa la permeabilidad capilar, migración de leucocitos y otros procesos que irritan las terminaciones nerviosas.

Todo lo explicado anteriormente, es denominado el efecto cascada del ácido araquidónico, que se produce con el fin de destruir al agente dañino, generando dolor e inflamación.

La actividad del ácido mefenámico es esencial para restablecer las condiciones biológicas, reduciendo reacciones molestas como inflamación, dolor o fiebre.

Cuando usar el ácido mefenámico.

Cuando usar el ácido mefenámico

Como medicamento, el ácido mefenámico está indicado para el alivio de molestias leves o moderadas en pacientes con más de 14 años de edad, en los siguientes casos:

Dolores.

Es un fármaco muy utilizado para mitigar las incomodidades ocasionadas por la artrosis, artritis reumatoide, incluyendo la enfermedad de Still.

Sus propiedades antiinflamatorias reducen la hinchazón, y analgésicas calman los dolores de cabeza, musculares, dentales, postraumáticos, o de intervención quirúrgica.

Síntomas menstruales.

Altamente recomendado para las mujeres que tienen un período muy prolongado o abundante causado por un dispositivo intrauterino.

Igualmente en el tratamiento de las dolencias iniciales de la menstruación o síndrome de tensión premenstrual.

En estos casos el ácido mefenámico desinflama los ovarios y reduce el flujo de sangre, sin cortar la menstruación.

Fiebre.

Como antipirético, controla el estado febril, debido a su acción sobre el hipotálamo, ocasionando el aumento de flujo sanguíneo periférico y la pérdida de calor en el cuerpo.

Al respecto, solo algunos países autorizan su uso en niños con más de seis meses de edad.

Anticoagulante.

Ingerido con otros medicamentos anticoagulantes, aumenta la respuesta de la warfarina, una combinación que debe hacerse bajo vigilancia médica.

Ventajas y desventajas del ácido mefenámico.

Adicionalmente a los beneficios anteriormente señalados, otra de las ventajas del ácido mefenámico es que reduce el riesgo de desarrollar disfunción eréctil, alopecia, acné y enfermedades hepáticas.

Es importante tomar en cuenta, que este ácido no puede ser medicado por más de una semana, y siempre debe ingerirse de acuerdo a las indicaciones médicas.

Ventajas y desventajas del ácido mefenámico.

En base a esto, hay que considerar algunas contraindicaciones, antes de consumir ácido mefenámico:

  • Las personas que lo consumen pueden tener mayor riesgo a sufrir un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
  • Debe evitarse su uso si se sufre de colesterol alto, hipertensión o diabetes.
  • No es recomendable tomarlo ni antes ni después de operaciones de arterias coronarias.
  • En altas dosis puede causar úlceras, hemorragias o perforaciones en el estómago e intestino.
  • Nunca se debe tomar alcohol si se está siguiendo un tratamiento con este fármaco.
  • Tampoco debe emplearse durante el embarazo, al menos que el médico considere que su uso supera claramente los riesgos inherentes, en caso de ser así, no es aconsejable tomarlo antes del parto, porque este ácido inhibe las contracciones del útero.
  • De ningún modo se debe consumir cuando las actividades diarias incluyan el manejo de equipos o maquinarias que sean riesgosas.

Siempre será necesario que el doctor conozca las enfermedades que sufre el paciente o que medicamentos y vitaminas toma.

De igual forma los fenamatos pueden provocar efectos secundarios como diarrea, soñolencia, gases, mareos, nerviosismo o pitido en los oídos.

También, estos efectos secundarios son capaces de generar graves consecuencias para la salud, entre las que se enumeran:
  • Visión borrosa, aumento inexplicable de peso, dificultad para respirar, ampollas, erupciones en la piel, urticarias, palidez, sangrado o moretones, cansancio excesivo, malestar estomacal, coloración amarillenta de la piel o los ojos, orina con sangre, dolor de espalda, dificultad para orinar.