Una de las sustancias que nuestro cuerpo necesita para poder funcionar adecuadamente son los ácidos grasos, entre los cuales se encuentra el llamado ácido linoleico.
Esta grasa esencial debe obtenerse a partir de los alimentos, ya que el cuerpo no puede sintetizarla por sí mismo.
Dicha sustancia juega un papel importante en el desempeño de distintas funciones en el organismo, garantizando su buen funcionamiento.
Así, desde la formación hormonal hasta el funcionamiento neuronal requieren de la presencia de este ácido graso esencial.
A continuación, hablaremos sobre las funciones, propiedades y beneficios del ácido linoleico y algunas fuentes de las que puede obtenerse.
¿Qué es el ácido linoleico?
Se trata de un ácido graso esencial que pertenece al grupo Omega 6, junto con los ácidos araquidónico y gammalinoléico.
Se le considera un ácido graso poliinsaturado que el cuerpo requiere para poder funcionar y desarrollarse adecuadamente.
En vista de que no puede ser sintetizado por el propio organismo, debe suministrarse a través de la alimentación.
El nombre de ácido linoleico proviene de las semillas de lino y linaza, de cuyo aceite puede ser extraído.
Sin embargo, también puede obtenerse a partir del aceite de oliva, las verduras y los pescados, o ingerirse en cápsulas.
¿Qué papel juega el ácido linoleico en el organismo?
En cuanto a las funciones que desempeña el ácido linoleico en el cuerpo, estas son bastante variadas.
En primer lugar, esta sustancia interviene de forma importante en la estructuración de las membranas celulares.
Además, está involucrada en la formación de hormonas, así como de la retina, y ayuda a mejorar el funcionamiento neuronal.
Finalmente, el ácido linoleico ayuda al buen funcionamiento del sistema inmune para la prevención de enfermedades.
¿Qué propiedades y beneficios tiene el ácido linoleico?
El ácido linoleico comprende múltiples propiedades y beneficios para el buen desempeño del organismo.
En primer lugar, potencia el sistema inmunológico, elevando las defensas del cuerpo contra los agentes patógenos que amenazan con dañarlo.
Así, sirve para combatir los catarros, los resfriados y las enfermedades que afectan las vías respiratorias.
También, tiene la capacidad de nivelar el colesterol, al permitir una óptima asimilación de las grasas en el cuerpo.
Este ácido graso esencial tiene la capacidad de reducir los niveles de colesterol en la sangre, previniendo enfermedades cardíacas.
Igualmente, previene enfermedades circulatorias, mejorando la absorción de grasas y reduciendo la cantidad de adipocitos en las venas y arterias.
De esta manera, el ácido linoleico ayuda a evitar la obstrucción del flujo sanguíneo y también controla los triglicéridos.
Asimismo, tiene la propiedad de mantener la salud de la vista y todo el sistema ocular, pues ayuda a suavizar la presión sobre los globos oculares, evitando posibles accidentes como el glaucoma.
También, el ácido linoleico ayuda a mejorar la distribución de impulsos nerviosos, favoreciendo el funcionamiento del corazón.
Sumado a esto, esta sustancia tiene una propiedad relajante sobre las arterias y el corazón, disminuyendo la presión arterial.
En tal sentido, favorece al sistema cardiovascular a corto y largo plazo, manteniéndolo relajado y funcionando eficazmente.
¿De qué alimentos es posible obtener el ácido linoleico?
Al ser un ácido graso que no puede ser sintetizado por el organismo, debe obtenerse a partir de la dieta.
Existen distintas fuentes de alimentos que contienen esta sustancia, las cuales pueden ser tanto vegetales como animales.
Así, algunos de los alimentos ricos en ácido linoleico que se pueden hallar son:
- Las semillas y sus aceites vegetales, preferiblemente obtenidos de la primera presión en frío y consumidos crudos.
- Los cereales y los frutos secos.
- Las verduras, principalmente las de hoja verde, como la espinaca y la col rizada.
- Los huevos y el pescado.
- La soja, contenida en productos como el tofu y el tempeh.
¿Qué consecuencias puede acarrear la insuficiencia de ácido linoleico en el cuerpo?
Cuando se presenta un déficit de esta sustancia en el organismo, comienzan a aparecer ciertos problemas sobre la condición de salud.
Si bien en un principio pueden ser leves, con el paso del tiempo pueden agravarse y resultar bastante preocupantes.
De tal manera, algunos de los síntomas que pueden experimentarse frente a una deficiencia de ácido linoleico son:
- Pérdida del cabello.
- Problemas de la vista.
- Hipertensión.
- Arritmia
- Incremento de los niveles de colesterol en la sangre.
- Problemas cutáneos.
- Enfermedades frecuentes, tales como resfriados y alergias, causadas por la debilidad del sistema inmunológico.
Ya que resulta tan importante para la salud, es fundamental mantener una dieta rica en alimentos que lo contengan.
Igualmente, puede obtenerse la dosis necesaria de ácido linoleico a partir de determinados suplementos, usualmente en forma de cápsulas.
De esta manera, sus niveles en el organismo pueden equilibrarse, previniendo posibles consecuencias como las antes mencionadas.
Además, con el aporte correcto de este ácido graso, es posible obtener un mayor número de antioxidantes naturales, lo cual resulta muy beneficioso tanto para la salud de la piel como para el resto del cuerpo.