El cuidado de la piel no solo implica comer saludablemente o llevar una vida sana, sino que también hay fármacos como el ácido glicólico que ayudan mantenerla joven y lozana.
Este ácido pertenece al grupo alfa hidroxi, es por ello que también es conocido como ácido hidroxiacético o ácido hidróxido.
También, al ser un derivado del azúcar, se le cataloga como un producto natural, al igual que el ácido cítrico contenido en limones y naranjas. Su aspecto físico es de forma sólida cristalina, incolora y altamente soluble en agua, que incluso llega a absorberla del aire formando cristales.
Por otra parte, este ácido posee una cadena molecular tan pequeña, permitiéndole penetrar la piel con mayor rapidez y profundidad. Es por esta razón, que el ácido glicólico es comúnmente utilizado por los dermatólogos para diferentes tratamientos de la epidermis.
Adicionalmente, combinado con otros componentes activos sus propiedades se amplian, convirtiéndose en uno de los mejores fármacos dermatológicos. Por ejemplo, unido con ácido salicílico es muy útil en pieles grasosas y con vitamina C en pieles envejecidas.
Funciones del ácido glicólico.
Básicamente el ácido glicólico opera de la siguiente manera:
Estéticamente.
Tiene que ver con su acción exfoliadora e hidratadora de la piel, dejándola suave y luminosa.
Estimulante.
Esta capacidad es más relevante, ya que incentiva el rejuvenecimiento y revitalización de la piel, aportándole más oxígeno y nutrientes.
Así, el ácido glicólico actúa como agente exfoliante, destruyendo las células muertas pegadas a la superficie epidérmica, y estimulando su renovación celular.
En resumen, mejora la apariencia de la piel, eliminando las manchas producidas por el sol, envejecimiento, acné e incluso las cicatrices.
Cómo se usa el ácido glicólico.
A medida que crecemos, la piel se va deteriorando y con el paso del tiempo es más difícil que se regenere por sí sola.
En el mercado existen una cantidad de tratamientos para revertir o mejorar estos efectos de los años sobre la epidermis.
Pero también hay una serie de terapias dermatológicas y estéticas, que son las más recomendadas, ya que surten mejores resultados.
Así, uno de los usos más conocidos del ácido glicólico es como agente exfoliante de la piel en los peelings.
Ejemplo de ello son los tratamientos para la curación del acné, atenuar las arrugas y combatir las manchas.
Pero sus usos van más allá del rostro, ya que con otros procedimientos se tratan las demás partes del cuerpo.
De esta manera, el ácido glicólico es una de las pocas sustancias capaces de causar verdaderos cambios sobre la piel.
Es por ello, que los dermatólogos, cirujanos plásticos y cosmetólogas lo emplean como una alternativa a la cirugía, para desvanecer las arrugas, estrías, cicatrices y disminuir el acné.
Cuáles son las ventajas del ácido glicólico.
Hay una gran cantidad de beneficios que brinda el ácido glicólico, como las que se enumeran a continuación:
- Quita las manchas producidas por el sol, el envejecimiento y el acné severo.
- Elimina las líneas de expresión, como las que aparecen en la frente y la comisura de los labios.
- Restaura la fibra de los tejidos de la piel dañada, eliminando las heridas.
- Humecta y mantiene la piel fresca, evitando su envejecimiento prematuro.
- Sus nutrientes y proteínas ayudan a mantener la elasticidad del colágeno.
- Oxigena las células y favorece su regeneración al estimular la circulación de la sangre.
- Le brinda firmeza a la piel debido a sus propiedades hormonales.
- Disminuye las impurezas del cutis al controlar la producción de grasas y congestión de toxinas.
- Posee una acción bactericida al neutralizar las bacterias que producen manchas en la piel.
- Ayuda a desprender las finas escamas de células muertas, otorgando un rostro de apariencia juvenil y lozano.
- Actúa como desinflamatorio, ayudando a calmar la piel irritada o dañada.
- Es un excelente exfoliador que previne y combate el acné significativamente en cualquier parte del cuerpo.
Qué precauciones se deben tomar al usar ácido glicólico.
A pesar de que el ácido glicólico es un fármaco seguro y que normalmente no presenta efectos secundarios, hay precauciones que se deben tomar en cuenta.
Por ejemplo, en los casos de pieles sensibles o claras, este ácido resulta agresivo, ocasionando irritación, enrojecimiento y oscurecimiento dérmico.
Es por ello, que en estas circunstancias se debe conversar con el médico, para que utilice en el tratamiento concentraciones inferiores de ácido glicólico.
Igualmente los peeling no son aconsejables en pacientes con herpes o que estén medicándose con retinoides orales para el tratamiento de la psoriasis o el acné.
Siempre es recomendable utilizar cremas hidratantes que contrarresten los efectos secundarios del ácido glicólico, evitando además la exposición al sol.
También, es necesario permitir que la piel descanse entre las aplicaciones, siendo lo más sugerible, realizarlas una vez por semana.
Recordemos que la piel es nuestro órgano más extenso, y su salud depende tanto de su cuidado como de las precauciones que tomemos para protegerla.