La osteoporosis es una enfermedad que debilita la estructura ósea, siendo el ácido risedrónico de gran ayuda para combatirla.También conocido como risedronato, es un medicamento que se emplea para disminuir el riesgo de fracturas producidas por este padecimiento. De igual forma, es prescrito en aquellos pacientes que sufren la enfermedad de Paget ósea, que hace que los huesos crezcan demasiado grandes y débiles, propiciando su fractura.
Este medicamento entra en el grupo farmacológico de los bifosfonatos, conjuntamente con los ácidos alendrónico, ibandrónico y zoledrónico. Fármacos que son precisamente empleados en la prevención y tratamiento de las enfermedades mencionadas, además del cáncer con metástasis ósea.
Así, el ácido risedrónico se comercializa con diferentes nombres comerciales como Actonel, Misodron, Acrel, Atelvia, Arisocare, entre otros.
Mecanismos de acción del ácido risedrónico.
El procedimiento de acción del risedronato es inhibir la actividad celular que destruye el hueso, fomentando su nueva formación y aumentando su densidad. Como consecuencia, disminuye la probabilidad de fracturas, ya que promueve la actividad osteoblástica manteniendo la mineralización de los huesos.
Existen algunas contraindicaciones en su consumo como la hipersensibilidad al principio activo, embarazo, hipocalcemia, e insuficiencia renal grave.
Adicionalmente, antes de iniciar un tratamiento con ácido risedrónico, debe considerarse un examen dental y algunos estudios clínicos.
Efectos secundarios del ácido risedrónico.
Los efectos secundarios del ácido risedrónico son ligeros, siendo los más frecuentes la esofagitis o las llagas en la boca. Ello sucede cuando no se siguen las indicaciones y la pauta posológica que se indican en el fármaco.
Según algunos estudios, este ácido parece estar asociado a la osteonecrosis de la mandíbula, que raramente ocurre en pacientes que previamente han tenido una extracción dental o presentan algún tipo de cáncer.
Otros síntomas secundarios que se pueden presentar son náuseas, eructos, sequedad en la boca, diarreas, mareos, debilidad, dolor de espalda. En los casos más graves se manifiestan dificultad para tragar, dolor en el pecho, sarpullido, ampollas en la piel, inflamaciones, calambres, dolor en los ojos, dientes flojos, sensación de pesadez en la mandíbula, dolor molesto en las caderas e ingle.
Los indicios de sobredosis por este medicamento son entumecimiento de la boca, manos o pies, espasmos musculares, convulsiones y desmayos. Es importante considerar que este fármaco no se puede ingerir conjuntamente con alimentos y bebidas, al menos que sea agua.
Durante el tratamiento se deberá consumir suficientes alimentos ricos en calcio y vitamina D, de acuerdo a las indicaciones médicas.