El cuerpo humano cuenta con la intervención de distintos compuestos dotados de funciones específicas, y entre ellos se encuentra el llamado ácido láctico, también conocido como lactato en su forma ionizada.
Se trata de un compuesto químico que cumple un papel fundamental en el desarrollo de ciertos procesos bioquímicos.
Se le ha estudiado a profundidad como una de las causas principales que afectan el rendimiento deportivo, disminuyendo el mismo.
Y es que, entre los efectos que produce este ácido, su acumulación suele afectar el desempeño en la actividad física.
Para comprender cómo esto ocurre, resulta pertinente saber qué es el ácido láctico en esencia y cómo se produce.
¿Qué es el ácido láctico?
Se entiende por ácido láctico a un compuesto químico perteneciente al grupo de los denominados ácidos carboxílicos.
Está considerado como un compuesto químico por estar constituido por al menos dos elementos de la tabla periódica.
En contraste, los ácidos carboxílicos poseen un grupo carboxilo, formado por un carbonilo y un hidroxilo en dicho carbono.
El ácido láctico presenta una forma ionizada que es comúnmente conocida como lactato, producido por el cuerpo mediante actividad metabólica.
Cuando una persona hace ejercicio físico intenso, su metabolismo fomenta la liberación de lactato en el tejido muscular.
¿Cómo se genera el ácido láctico y qué efectos tiene en el organismo?
Al practicar actividad física de alta intensidad, la demanda contráctil muscular genera la reclusión de las fibras rápidas o tipo II.
Ellas se consideran potencialmente glucolíticas y, en efecto, conducen a altas concentraciones de lactato, emitidas por el sistema celular.
Cabe acotar que durante el ejercicio, la cantidad de lactato es mucho más elevada que en estado de reposo.
Además, también se liberan iones de hidrógeno que reducen la capacidad contráctil muscular y afectan el pH sanguíneo.
De tal manera, la concentración de dichas moléculas puede afectar distintos procesos fisiológicos importantes.
Por ejemplo, puede interferir en la liberación de calcio y en su reabsorción por parte del retículo sacoplasmático.
El efecto que tiene entonces es el de un inhibidor que impide la generación de la contracción muscular.
Asimismo, las enzimas encargadas de procesar la glucosa para obtener energía pueden verse inhibidas por el exceso de ácido láctico.
Esto no significa otra cosa que la interrupción del riego energético y, al no haber energía, no puede haber movimiento.
A modo general, la cantidad de lactato en la sangre de una persona suele ser menor a 2 mmol/L.
Sin embargo, durante el ejercicio, su concentración puede variar desde 0.9 mmol/L hasta 12 mmol/L.
En el caso de quienes han desempeñado una actividad física constante y progresiva, la adaptación es mucho mayor.
Por eso, los efectos suelen ser menores y la pérdida de rendimiento o el sufrimiento se manifiestan en menor medida.
Por otra parte y en relación a su aplicación, el ácido láctico es muy utilizado en el área de medicina.
Allí se le ha denominado como uno de los compuestos de la solución láctica de Ringer, inyectándose por vía intravenosa en los casos de hemorragias producidas por contusiones, quemaduras o frente a cirugías.
¿Cómo mejorar los niveles de ácido láctico en el cuerpo?
Controlar la acumulación de ácido láctico en el cuerpo es posible, si se tienen en cuenta determinados factores.
En primer lugar, es importante aclarar que practicar actividad física de alta intensidad puede llevar a producir mucho ácido láctico.
Lo anterior puede suceder principalmente porque el cuerpo no está preparado para eliminar este compuesto y procede con su acumulación.
Usualmente, esto ocurre cuando las personas no realizan ejercicio de manera frecuente y no están en forma por completo.
Como resultado, se experimentan dolor y cansancio frente a tal actividad o ejercicio, y se procede a cesar el esfuerzo.
Para evitar que esto ocurra, es aconsejable determinar una rutina de ejercicios continúa, que se practique varias veces por semana.
Y es que expertos consideran que la mejor mantera de controlar la acumulación excesiva de este ácido es con el entrenamiento.
Así, mediante el ejercicio constante, es posible potenciar la mejor eliminación de este compuesto, reduciendo sus efectos adversos.
De igual forma, se recomienda mantener un régimen alimenticio adecuado que regule los niveles de ácido láctico en el organismo.
Una dieta adecuada para tales fines debe cumplir, a modo general, con los siguientes planteamientos:
- Debe ser rica en frutas, verduras y hortalizas.
- Incluir una cantidad considerable de alimentos altos en magnesio, como lo son las legumbres y frutos secos.
- Incluir abundante agua, especialmente durante la actividad física.
Por otra parte, se aconseja realizar ejercicios de tipo aeróbico (caminar o montar bicicleta) luego del entrenamiento anaeróbico (levantar pesas).
Esto es así porque, durante este tipo de ejercicios, el lactato logra movilizarse más fácilmente, en lugar de solo acumularse.