Durante el metabolismo nuestro cuerpo produce sustancias residuales como el ácido úrico, que simplifican la eliminación de desechos.
El ácido úrico posee un aspecto de escamas cristalinas, y está compuesto de carbono, nitrógeno, hidrógeno, oxígeno.
Siendo el residuo de la descomposición de las purinas contenidas principalmente en alimentos como la carne, mariscos y alcohol, mediante una acción enzimática.
Finalmente, la mayor parte del ácido es procesado en el hígado y diluido en la sangre, luego se dirige hacia los riñones, donde es expulsado en forma de orina, y el resto a través de la piel, pulmones e intestinos.
Todo esto ocurre de manera natural, pero cuando el cuerpo elabora demasiado ácido úrico comienzan los problemas de salud.
Exceso de ácido úrico.
La tercera parte del ácido úrico en el organismo proviene de los alimentos y el resto del metabolismo interno.
Una persona adulta genera unos 500 mg de ácido úrico al día, de los cuales el 400 mg son excretados.
Para detectar los niveles de ácido úrico se realiza un análisis de sangre de laboratorio, siendo los valores normales entre 3.5 a 7.0 mg/dl.
Cuando se detecta un alto nivel de ácido úrico en la sangre se denomina hiperuricemia, que ocasiona una acumulación de cristales del ácido en las articulaciones, originando la inflamación de estas.
Este padecimiento es causado por altos niveles de purina o como consecuencia de otra enfermedad, entre los factores se encuentran:
- Ingesta excesiva de alimentos ricos en purina que aumentan la producción del ácido úrico y crean deficiencia en su eliminación, como las carnes rojas, embutidos, pescado, mariscos, legumbres, lentejas, garbanzos, espárragos, entre otros.
- El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de sufrir hiperuricemia.
- Consumo excesivo de bebidas alcohólicas y carbonatadas.
- Problemas en el funcionamiento renal que impiden eliminar adecuadamente el ácido úrico.
- La muerte de células causadas por el tratamiento de quimioterapia.
- Mal funcionamiento del metabolismo, siendo muy común en personas diabéticas.
- Tomar frecuentemente medicamentos como diuréticos y aspirinas.
A pesar de lo anteriormente expuesto y de acuerdo a recientes investigaciones, un alto nivel de ácido úrico disminuye el desarrollo de enfermedades como el Ictus y el Parkinson en el hombre.
Igualmente beneficia a las personas con enfermedades cardiovasculares debido a su papel como agente antioxidante celular.
El color amarillo claro de la orina es fundamental para saber si se goza de un buen nivel de ácido.
Enfermedades causadas por el exceso de ácido úrico.
La abundancia de ácido úrico en la sangre del ser humano pueden originar las siguientes enfermedades:
- La gota: es una forma de artritis que ocasiona inflamación, dolor, enrojecimiento y rigidez en las articulaciones.
Normalmente ocurre en el dedo gordo del pie, pero afectan tobillos, talones, rodillas, muñecas y codos.
El dolor es intenso e incluso no soporta el roce de una sábana, debido a la acumulación de cristales de urato en las coyunturas.
El padecimiento se presenta por etapas, siendo la última llamada gota crónica que provoca ataques repetitivos y continuos.
Para disminuir el padecimiento es necesaria una dieta alimenticia baja en purina.
- Cálculos renales tipo úrico: sucede cuando el ácido se cristaliza en el riñón formando piedras.
Se produce cuando la cantidad de ácido en el cuerpo es mayor a la que está dispuesta para ser expulsada por la orina.
Genera dolores punzantes en la zona renal, y en su etapa avanzada causa el cólico nefrítico.
- Insuficiencia renal: se desarrolla cuando los cristales de urato se adhieren a las células epiteliales renales, produciendo una inflamación aguda y con el tiempo un daño en el riñón, que deteriora su respuesta de autorregulación.
Entre otras enfermedades se encuentran la nefropatía crónica o aguda originada por el tratamiento de quimioterapia, preeclampsia y síndrome metabólico.
Cómo reducir el ácido úrico.
En síntesis, el organismo produce el ácido úrico como degradación de las purinas, básicamente en base a lo que consumimos.
En este sentido, lograr niveles óptimos de este ácido en el cuerpo, depende de las siguientes recomendaciones:
- Evitar el alto consumo de carnes rojas y sustituirlas por ternera, pavo, pollo o pescados como ceviche, bacalao y salmón.
- Prescindir el consumo de productos hechos con levadura como dulces de panadería o fructuosa como galletas empacadas.
- Reemplazar los caldos de carnes por los de vegetales, hierbas y especies.
- Los alimentos lácteos y huevos constituyen una buena alternativa para adquirir proteínas y hierro.
- Ingerir mayor cantidad de granos integrales, frutas, y verduras bajas en purina como brócoli, zanahorias, berenjenas, calabazas, apio y papas
- Omitir el consumo de alcohol en todas sus formas y bebidas carbonatadas como los refrescos.
- El desayuno debe hacerse a una hora puntual con una dieta rica en cereales como avena, cebada, linaza que ayuden a mejorar las funciones intestinales.
- Consumir frutas cítricas con gran contenido de vitamina C como la naranja o el limón facilitan la eliminación este ácido.
- Es aconsejable tomar como mínimo 8 vasos de agua al día.