Actuando como un regulador en el proceso del crecimiento de las plantas, el ácido giberélico estimula y controla internamente su desarrollo hormonal. Fue descubierto en Japón en 1935, a raíz de los estudios del hongo gibberella fujikuroi, que causaba la enfermedad de bakanae en las plantaciones de arroz, produciéndoles un excesivo crecimiento y la posterior muerte, al no poder soportar su peso.
Cómo actúa el ácido giberélico.
Antes de continuar, es necesario mencionar, que este compuesto orgánico se encuentra naturalmente en las plantas en forma de polvo cristalino blancuzco, alcanzando una variedad de 136 tipos, que recibe el nombre de giberelina. Al respecto, la giberelina A3, es la tipología más importante para la producción del ácido giberélico, debido a que entre sus propiedades están que su solubilidad en etanol y algo disoluble en agua.
Básicamente el ácido giberélico es un fitorregulador que se caracteriza por sus acciones fisiológicas y morfológicas en las partes áreas de las plantas. Así, con su aplicación en bajas concentraciones, acelera el desarrollo vegetativo y la multiplicación celular de las hojas, flores o frutos. Además, determina el crecimiento del tallo principal en un solo eje, sin importar las condiciones del tiempo después de un tratamiento, también, apresura la germinación de las semillas e induce al brote de bulbos o tubérculos, suprimiendo los efectos producidos por algunos virus.
Usos del ácido giberélico.
El ácido giberélico se emplea tanto en laboratorios como en invernaderos para precipitar la germinación de las plantas, en este sentido, la industria vinícola lo utiliza como una hormona del crecimiento de las plantas de vid, y contrariamente, en la explotación de las cerezas se usa más bien como agente regulador del desarrollo.
De acuerdo a lo expuesto anteriormente, el ácido giberélico tiene numerosas aplicaciones en las plantas, y según ello, se usará la giberelina A3, A4 o A7, veamos algunos ejemplos:
- Alcachofas, para inducir el crecimiento y alargar el tallo.
- Almendros, atrasa la floración.
- Mandarinas, evita la caída de los frutos.
- Fresas, adelanta el florecimiento y favorece el engorde del fruto.
- Peras, soporta la fijación del fruto evitando su caída en los inviernos.
- Alfalfas, aumenta su producción y la obtención de rabillos más tiernos.
- Algodón, disminuye las pérdidas de las primeras cápsulas, uniformando su producción.
- Apio, contrarresta los problemas por el frío o suelos salinos, permitiendo una cosecha precoz.
En conclusión, el ácido giberélico actuando como un biorregulador de una inmensa variedad de plantas, nos proporciona frutas o vegetales más sanos y frescos, a la vez que mejora los niveles de productividad del sector agrícola.